Fish y J.R. tuvieron un viaje tranquilo hasta Burgo de Murgon, la capital de Meridia. Tras solicitar una audiencia se les respondió que el rey estaba muy ocupado, y que podría atenderles en un par de semanas. Dado que tal lapso de tiempo con total seguridad sería un retraso fatal, tuvieron que emplear métodos poco ortodoxos, que incluían cantidades de dinero bajo manga, para llegar a la primera posición de la lista de personas que querían entrevistarse con el rey.
La audiencia se celebró a puerta cerrada, como acostumbraba a hacer Murgon. Apenas un par de guardias y un chambelán se encontraban presentes, lo cual facilitó mucho el trabajo de los dos jóvenes.
- Alteza - empezó J.R. -, nosotros tan sólo queremos hacerle una sencilla pregunta.
- Adelante, muchacho. - respondió Murgon, interpretando su papel de monarca clemente y comprensivo.
- Qusiéramos saber dónde y cuándo se va a celebrar la entrevista que mantendrá con el rey Birn de Oestia, o con su representante.
- No sé de qué me estás hablando, jovencito - respondió el rey, con fingida calma -, pero no me ha agradado tu tono insolente. La entrevista acaba aquí. ¡Guardias! Acompañen a estos dos jóvenes a la salida.
- No será necesario, mi señor - intervino Fish, con sumisión -. Nos marchamos.
Apenas cruzaron la puerta Fish miró sonriente a J.R.
- ¿Lo tienes?
- Sí - confirmó Fish -, se van a reunir mañana a medianoche en el cuarto de armas del castillo de Murgon.
- De acuerdo - dijo J.R.- , eso nos da todo un día de margen para preparar la incursión de mañana.
Mientras tanto, Neko y Charly alcanzaban el Burgo de Drowden, y solicitaban una entrevista con el rey. Dado que la respuesta fue similar a la que habían obtenido J.R. y Fish, su línea de acción consistió en solicitar una entrevista con el jefe del ejército nordeño. Esa misma tarde tuvieron ocasión de hablar con él en privado. Se trataba de un hombre enorme, más grande y corpulento que Charly, que siempre iba ataviado con la cota de malla y jamás se quitaba la espada del cinto. Se rumoreaba en la corte que incluso en la cama dormía con su arma, y que ése era el motivo por el que no había contraído matrimonio. Sin embargo, resultó ser un hombre afable, aunque firme en su modo de hablar.
- Decidme, jóvenes - comenzó amistosamente Jarn, el general nordeño-. Creo que tenéis una propuesta para mí. Si queréis enrolaros, tú, chico, estás admitido sin más discusión. Sea cual sea tu gracia, tu constitución física bastaría para entrar en el ejército. Sin embargo tú, muchacha, deberás demostrarme tus aptitudes de combate, si es que tu gracia te es útil en ese sentido.
- General, nuestra propuesta no tiene nada que ver con enrolarnos - comentó Charly con una sonrisa -, sino con algo mucho más provechoso para el reino de Nordicia. Traemos una propuesta de alianza militar con Elestia, con la promesa de sustanciosas recompensas en caso de precisar la ayuda de Drowden en la batalla.
Jarn quedó atónito, pero inmediatamente su rostro se ensombreció.
- He escuchado los rumores. Sé que Murgon planea declararle la guerra. Aliarse con Nordicia le daría respaldo a Thigpen, pero... no sé si eso resultará conveniente a los intereses de mi rey.
- Por tanto - intervino Neko empleando su gracia -,lo mejor que podemos hacer es ir a ver a Drowden y comentarle en persona la propuesta de nuestro rey.
Jarn pareció algo confuso, pero sacudió la cabeza y dijo:
- Sí, sin duda es lo más oportuno. Vamos, lo arreglaré para que lo veamos inmediatamente.
Taku y Aixa no habían tenido un viaje tan tranquilo como sus compañeros. Poco antes de cruzar la frontera habían sido asaltados por unos ladrones, que despertaron al cabo de unas horas con fuertes dolores de cabeza y un chichón del tamaño de un huevo de gallina.
A la media hora escasa de entrar en las fronteras de Terramedia fueron interceptados en un claro del bosque por una patrulla de Randa, que les exigió identificación y motivo del viaje. Dado que las respuestas no les satisficieron los soldados se plantearon prenderlos, de modo que Aixa y Taku tuvieron que emplear toda su labia para evitar una pelea que no deseaban contra los soldados de un rey al que iban a pedir ayuda. Sin embargo, una voz surgió de improviso de los árboles colindantes.
- ¿Y vosotros, quiénes sois?
Se trataba de una muchacha de menos de veinte años, de complexión delgada, y con un iris azul y el otro verde, a quien parecían temer no sólo los soldados, sino hasta su propio caballo.
- Mira - susurró Taku a Aixa -, es Lady Katsa, la sobrina de Randa. Su fama se extiende por los cinco reinos. Nadie ha sido capaz de vencerla, y el rey la emplea para castigar a aquellos que lo desafían o desobedecen. Sin embargo, cumple esas órdenes contra su voluntad, y tiene una organización...
- ¡Basta de murmullos! ¡Os he preguntado que quiénes sois!
La voz de la muchacha no admitía demora en la respuesta.
- Lady Katsa - ante la mención de su nombre Katsa abrió ligeramente los ojos, pero no llegó a sorprenderla que su reputación hubiese llegado a Elestia-, mi compañera se llama Aixa y mi nombre es Taku.
- ¿Qué hacéis en tierras de mi rey?
- Venimos en nombre del rey Thigpen a negociar una alianza con Randa - dijo Taku.
Un considerable revuelo se formó en el claro. La versión que habían dado a los soldados era muy diferente, relativa a un tratado comercial con la cooperativa agrícola de Burgo de Randa, la propia Lady Katsa quedó atónita, y Aixa comenzó a protestarle a Taku que hubiese revelado la naturaleza de su misión.
El graceling esperó a que las voces cesaran y tomó de nuevo la palabra.
- Una cosa es ocultar la naturaleza diplomática de nuestra misión a una patrulla fronteriza, y otra muy distinta hacerlo con una noble, y la sobrina del rey por añadidura. Por tanto, mi señora, sería todo un placer para nosotros que nos acompañárais en nuestro camino.
- No tengo porqué - dijo con altivez Katsa -, ya que no creo que mi presencia sea necesaria en vuestro viaje.
- Quizás - sugirió Taku - a su alteza le pueda apetecer mantener algún que otro combate de práctica conmigo.
Katsa se quedó nuevamente sorprendida. No ocurría a menudo que otra persona se aviniese a cruzar golpes con ella, ni siquiera otros gracelings.
- Acepto... siempre y cuando me demuestre inmediatamente que no caerá nada mas empezar.
- Probemos, pues.
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La Familia

Por este orden, J.R., Aka, Taku, Neko, Charly, Lía, Fish y Aixa.
Mátalaaaaa xDDDD
ResponderEliminarChe, siempre me dejas con la miel en los labios, Paul!! A ver si hoy cuelgas algo más :)
Y sí, sé que soy muy impaciente xD
Oye, no habrá un concurso de fanfics por ahí, no?? Lo digo porque podrías presentarlo :D
Te voi a dejar el libro, así no tendras ganas de k la mate xD.
ResponderEliminarUn poco largo m parece para un fanfic tradicional :S
Pero menos ganas tengo de que te mate a ti ;)
ResponderEliminarA mí se me hace muy cortooooo!!