10 julio 2009

Capítulo 13: La duda

Aka y Lía habían permanecido expectantes en el pequeño pueblo elestino, esperando con ansia el regreso de sus compañeros. ¡Cuántas veces lamentó Aka no haberse elegido a sí mismo para ejecutar alguna de las tres misiones! Lía, por su parte, confiaba en sus compañeros, pero no podía evitar sentir una gran urgencia por conocer el resultado de las misiones. Ambos sabían que la del norte y la del sur eran misiones con relativa seguridad de éxito. En cambio, Aixa y Taku se enfrentaban a algo más complicado, y estaba por ver que fuesen capaces de convencer a Randa.

Lía, con la aguda vista que su gracia le prestaba para apuntar, divisó con muchos minutos de antelación las monturas de los primeros en regresar. Cuando se aproximaron unos kilómetros más apreció que se trataba de la pareja enviada al norte: Neko y Charly. Bajó con calma desde la ventana más alta del edificio de La Familia y se lo comunicó a Aka, que esperaba nervioso en el piso inferior, a la espera de clientes.
Cuando entraron Charly y Neko, el éxito de su misión se veía en sus rostros, aunque algo empañado por el cansancio del largo viaje. Tras refrescarse y almohazar a sus monturas, se sentaron tranquilamente a comunicarles a los que se habían quedado los acontecimientos de su periplo en tierras norteñas.
Todo aquello que había acontecido fue puesto en conocimiento de Aka y Lía, tanto que la firma del documento había sucedido sin problemas como que contaban con un aliado en el propio ejército norteño, el general Jarn, si por alguna circunstancia llegara a ser preciso emplearlo.

Aquella misma tarde regresaron J.R., que ahora guardaba un secreto que le ponía muy nervioso, y Fish, que nada sospechaba de los recelos de su compañero y cabalgaba con la sensación del trabajo bien hecho.
-¡Bienvenidos! - les recibió Aka, sonriente - ¿que tal el viaje? ¿tuvisteis suerte en Meridia?
-¿Lo dudabas? - contestó Fish con una sonrisa burlona - Fue tan fácil como quitarle un dulce a un niño.
- No esperaba menos - aceptó Aka, satisfecho -. Pero no enviasteis el correo cifrado que os pedí, y comenzaba a temer que os hubiese pasado algo.
- Resolvimos el asunto tan rápido que hubiésemos llegado prácticamente a la vez que el correo, así que lo descartamos.
- ¿Tuviste algún problema durante la misión, J.R.?
- ¿Eh? - J.R., distraído, comprendió que le estaban hablando a él y respondió casi sin pensar - No, no tuve problemas, pero me dio mucho en qué pensar.
- ¿De qué hablas? - preguntó Fish, perpleja
- Cosas mías - respondió evasivamente J.R.

Tuvieron que pasar cuatro largos días antes de que Taku y Aixa llegaran con la noticia de su fracaso. Además, la oferta de ayuda que Taku había hecho al Consejo de Katsa no fue del agrado de Aka, quien opinó que debería haberlo consultado antes con el grupo. La discusión empeoró debido al fracaso de la misión, pero concluyó de golpe cuando J.R. se levantó y anunció:
-Tengo algo que deciros.
Toda La Familia quedó callada mirando al joven graceling.
- Durante la noche de la reunión, Murgon habló de nosotros. Dijo, en concreto, que no le preocupábamos y que sabría que medidas tomar contra nosotros.
- Pero... ¡será presuntuoso! - estalló Neko.
- Espera, porque no habéis oído lo más importante. Murgon aseguró que entre nosotros...
J.R. calló, estrangulado por la duda y la carga.
- Dinos lo que nos quieres decir, J.R. - le animó Taku.
- Murgon dijo que tiene un espía infiltrado en La Familia - todo el grupo abrió la boca, sorprendido - y que mediante él sabe qué decisiones tomamos y responde en consecuencia.
- ¡Eso es imposible! - era Lía quien primero había hablado - No me lo creo.
- Yo tampoco puedo creérmelo - contestó J.R. -, por eso os lo he dicho. Quiero que, entre todos, saquemos algo en limpio de lo que oí.
- Quizás oíste mal - sugirió Neko.
- No, no tengo dudas acerca de lo que escuché, Neko - respondió J.R.
Varias voces se alzaron y la discusión subió de tono, hasta que Taku, que aún no había hablado, se incorporó desde la esquina donde estaba apoyado y dio un paso hacia el centro del círculo del grupo. Poco a poco, las voces callaron y Taku habló.
- Yo - empezó vacilante - confío en todos vosotros. Sinceramente no creo que ninguno de nosotros sea un espía, sino que más bien se trata de un ardid de Murgon para confundirnos y ponernos unos en contra de otros. Sin embargo, eso implicaría que Murgon conocía la presencia de J.R. en todo momento, con lo cual quizás los acuerdos se gestaron en otra hora y en otro lugar y lo de aquella noche fue pura representación.
- O sea, que seguimos donde al principio, no sabemos nada - concluyó Lía.
- ¿Alguna propuesta para solucionarlo? - interrogó Charly.
Taku miró muy serio a Aka y soltó la frase que sabía que nada iba a agradar a su amigo:
- Tu hermano...
Aka se puso tenso inmediatamente ante la simple mención de su hermano, al que desde siempre habían llamado As, aunque su nombre realmente fuese Bin.
- Mi hermano no pinta nada aquí - contestó Aka, con el ceño fruncido.
- Su gracia nos puede ayudar en este caso concreto, y lo sabes.
Aka luchaba contra el sentimiento de desagrado que la situación le provocaba, pero era demasiado inteligente como para no comprender la verdad que encerraban las palabras de su amigo Taku.
- De acuerdo. Le diré a nuestra madre que queremos hablar con él. Pero ya sabes cómo es... cuando quiera que nos encontremos, aparecerá. Es inútil buscarlo.
- Se hará lo que se pueda.

1 comentario:

  1. Descarto lo de que exista un espía entre la Familia, no?? Nosotros somos buenecicos xDDD

    Ya estoy esperando impaciente conocer la gracia del hermano de Aka, que tanto puede ayudarnos :)

    Mientras, sigo devorando "Graceling" xDD

    Un besito, grandullóooooon!!

    ResponderEliminar

La Familia

La Familia
Por este orden, J.R., Aka, Taku, Neko, Charly, Lía, Fish y Aixa.